Unas semanas atrás, la keniata Peres Jepchirchir batió el récord mundial de media maratón por casi 20 segundos. Jepchirchir cruzó la línea de meta en un tiempo de 1:05:54 (el tiempo anterior era de 1:06:11 y tenía casi dos años de antigüedad). La propia atleta reconoció más tarde que su calzado, las Adizero Adios Pro, fueron fundamentales para conseguir ese tiempo. La realidad es que no resulta extraño. Las grandes marcas han invertido mucho en I+D y han descubierto que el perfil del calzado, los materiales que usan y la combinación de nuevos compuestos puede ayudar a alcanzar los límites físicos.

Para comprender cómo se consigue esto y cuál será el futuro del calzado deportivo, hablamos en exclusiva con James Foster, vicepresidente de producto de Adidas, uno de los implicados directos en el desarrollos de las Adizero Adios Pro.

Y la primera pregunta tiene que ver precisamente con eso: análisis de materiales, datos biométricos, tecnología aplicada…¿hay lugar para innovar?

“Aún hay sitio para innovación – afirma Foster en conversación telefónica –, tanto en términos de innovación como en materiales. Y si miras la nueva zapatilla que lanzamos (se refiere a la Adizero Adios Pro) es un claro ejemplo de ello. La idea es analizar cómo se desempeñan, ver nuevas configuraciones y nuevas soluciones en el proceso de innovación para hacer correr mejor a los atletas profesionales y a los amateur. Sin duda son tiempos muy interesantes en este sentido. En los últimos cinco, diez años ,se han visto muchas innovaciones. Hay muchas espumas, materiales con los que experimentamos, combinaciones como espumas con carbono y brindar diferentes experiencias para distintos tipos de corredores. Aún queda mucho por conseguir si vemos todo lo que hemos avanzado”.

Durante años, décadas, la diana para mejorar marcas se centró en el entrenamiento, luego llegó la alimentación, terapias de recuperación y ahora es el turno del equipamiento. ¿Cómo se consigue avanzar en este área para un público tan específico como los corredores, donde hay tantas variables?

“Es la combinación de diseño y materiales lo que hace progresar – explica Foster –. Si solo contamos con uno se consigue un avance pequeño, pero al unir diseño y materiales, como las fibras de carbono, la innovación tiene mucho potencial. Gran parte de lo que hacemos es escuchar a los atletas y probar combinaciones, para este calzado creamos decenas de prototipos, cientos de variaciones y hay que asegurarse que sean legales en lo que respecta a los reglamentos de competencia. Así hasta llegar al mejor producto. Esto hace que sea muy interesante porque es mucho más democrático. La idea es que todos jueguen con las mismas herramientas”.

¿Qué peso tiene la opinión de los atletas cuando comienzan a perfilar un diseño? ¿Cómo gestionan los distintos tipos de pisada y la biomecánica de cada atleta para crear un producto que sirva para todos?

“No solo probamos con atletas keniatas – añade Foster –, también con europeos y estadounidenses. Todos tenemos un tipo diferente de paso y de impacto en el suelo. Hemos estudiado 15 atletas en Kenia y todos ellos tenían una biomecánica diferente y tuvimos que adaptarnos a todos ellos para que todos obtuvieran el mejor rendimiento, desde un japonés a uno de Kenia o uno de Estados Unidos”.

Y esas innovaciones, todo lo que descubren con los profesionales, ¿cómo llega al “resto de los mortales”?

“Aprendemos mucho al trabajar con grandes atletas – confirma Foster – y vemos cómo eso puede impactar en los corredores amateurs, en tiempos, desempeño y hasta en la incidencia de lesiones. La innovación viene de la parte de élite, pero el logro es traducirlo al corredor habitual. Es bueno batir récords, es increíble ayudar en algo, mediante la innovación. No ocurre a menudo, es la sensación de que algo que parecía imposible se vuelva posible. Tiene que salir todo perfecto, pero cuando sale es increíble. Pero también lo es conseguir que alguien termine una maratón por primera vez o una carrera de 10 km.”.

Gran parte de la innovación en calzado para atletas se ha centrado en pista y asfalto, pero cada vez hay más gente que practica otro tipo de disciplinas, como largas distancias, carreras de montaña. ¿Se puede aplicar lo aprendido con las Adizero Adios Pro a otro tipo de terreno?

“Una de las cosas que me motiva es conseguir una zapatilla que rompa récords en otros aspectos, no solo asfalto, sino en trial – confiesa Foster –. Que puedan correr más rápido o más lejos, que tengan una experiencia diferente y claro que lo que hemos aprendido, mucho, nos permitirá aplicarlo para otro tipo de carreras”.

Impresión 3D, sensores de impacto, recorrido, sistemas de detección temprana de lesiones…¿cuál es el futuro del calzado deportivo?

“Las zapatillas personalizables, utilizando la impresión 3D, es algo que ya está ocurriendo – concluye Foster –. Si eres un atleta de élite es muy probable que ya lo tengas. Lo interesante es que esto llegue de forma de una solución personalizable para un atleta normal. El problema es cómo hacer llegar esto, toda esa información, esos datos y mantener el modelo de negocio, cómo se construye ese calzado… ahí está el desafío. En ese momento comenzará la revolución en running y estamos en ello. Estamos constantemente investigando, un calzado que se adapte a cómo te sientes si estas cansado, si el terreno es diferente, si vas rápido. Es algo que estamos discutiendo en la industria y es una de las discusiones más importante. Lo mismo con los sensores para obtener información y crear mejores productos. Claro que lo pensamos, pero hay temas de protección de datos, pero es algo que nos daría muchísima información y sería muy valiosa. Por ahora lo hacemos con atletas en ambientes controlados, pero en un futuro…”