En los Alpes franceses, concretamente en la ciudad de Grenoble, se va realizar una prueba piloto de car sharing con el Toyota i-road como protagonista. La particularidad de este triciclo eléctrico está en que la dirección actúa sobre la rueda trasera, de manera que su comportamiento es similar al de un barco movido por un timón. Es raro de manejar y puede que sufra más de un arañazo por los conductores no habituados a este sistema. A cambio, tiene la maniobrabilidad que le dan sus escasos 850 mm de anchura –similar a una moto– y que las ruedas delanteras, que albergan dos motores eléctricos de 2 kW, suben y bajan en función del ángulo de inclinación. El Toyota i-road tiene una velocidad máxima de 45 km/h y una autonomía de 50 km.
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