Puede que al ver este conjunto de agujeros huecos (el de las pajitas de colores de la imagen o las burbujas del café) sientas alguno de estos síntomas: temblores, náuseas y vómitos, taquicardia, ansiedad, problemas para respirar, mareos… Todos son efectos comunes de las fobias, también de la tripofobia, un trastorno que provoca en el individuo que lo sufre un miedo irracional a los agujeros huecos y figuras geométricas, también las de algunos animales como serpientes, arañas, ranas, etc.
Aunque la tripofobia aún no se ha reconocido como fobia real (ya que faltan estudios e investigación sobre ello), los expertos sí aseguran que más del 25% de la población mundial sufre este trastorno.
¿Qué provoca esta fobia?
Hay diferentes hipótesis al respecto. Según un estudio publicado por Psychological Science, los patrones repetitivos que provocan ansiedad y miedo en las personas que sufren tripofobia son los mismos que nos hacen reaccionar ante las especies más letales del planeta que tememos (serpientes, arañas, insectos…). Dicen los expertos que el miedo a las figuras geométricas de estos animales venenosos es un mecanismo de defensa que nos hace reaccionar, un legado de nuestros antepasados…
Aún así, otros estudios hablan de que no es realmente miedo lo que sienten las personas que lo padecen, sino que es el asco lo que provoca esta reacción.
Belén Robles González