Son muchos los factores que influyen a la hora de desarrollar un cáncer. Los medioambientales y los hábitos nocivos, como fumar o beber alcohol o seguir una dieta poco sana, están entre los más importantes. Pero tampoco se deben menospreciar los genéticos. Y, ahora, un nuevo estudio realizado por Leonard Nunney, un biólogo de la Universidad de California, sugiere un nuevo factor de riesgo: la estatura.
Varios estudios estadísticos previos habían mostrado al existencia de un vínculo entre una mayor altura y un mayor riesgo de padecer cáncer. Pero no existía una explicación a dicha correlación. Se propuso que podía deberse a causas hormonales, pero el profesor Nunney ha encontrado otra posible causa.
Según su estudio, las personas más altas tienen más células, y eso aumenta por sí mismo las posibilidades de desarrollar un cáncer. Nunney estudió modelos teóricos de como se produce el cáncer. Los cuales mostraron que a mayor cantidad de células dividiéndose, las posibilidades de desarrollar la enfermedad aumentaban.
Como ya hemos dicho, no es el primer estudio que vincula la estatura de las personas con un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad. Ya en 2011, una investigación realizada con mujeres por la Universidad de Oxford, apuntó a que por cada 10 centímetros de incremento sobre la estatura media, el riesgo detener cáncer aumentaba hasta un 16%.
Conviene recordar que estos estudios se basan en datos estadísticos. Eso significa que una persona no está condenada a padecer cáncer por el simple hecho de ser más alta.Puede que ese vínculo entre estatura y enfermedad sea real, pero eso no significa que no debamos esforzarnos por seguir llevando una vida lo más saludable posible. Es casi lo único que está en nuestra mano para poder minimizar el riesgo de sufrir esta enfermedad.
Fuente: The Guardian.
Vicente Fernández López