El castillo de Hunyad (también llamado de Corvino) es un lugar mítico para todos los amantes de la literatura de terror. Y es debido a que, según la leyenda, en ese lugar estuvo preso durante siete años el príncipe Vlad, apodado el empalador, el personaje que al parecer sirvió de inspiración para el legendario conde Drácula.
La fortaleza fue edificada en el siglo XIV, pero a lo largo de su historia sufrió varias remodelaciones, las más importantes de todas en los siglos XV, XVII y XIX. Por eso, un equipo del Department of Civil and Environmental Engineering de la Princeton University, va a usar el georadar para intentar averiguar que partes del castillo corresponden a la estructura original del edificio, y cuales fueron construidas en las sucesivas ampliaciones.
Quienes visitan esta fortaleza, nunca dejan de ver sus mazmorras, donde supuestamente estuvo cautivo el príncipe Vlad. Pero, tal y como explican los investigadores, no hay ninguna certeza de que esas celdas fueran las originales. Y que bien pudieron ser construidas siglos después.
La fortaleza también es cuna de otras muchas leyendas. Por ejemplo, en sus entrañas hay una fuente subterránea, a una profundidad de 30 metros. Se dice que fue excavada por tres turcos cautivos a los que se les prometió la libertad si encontraban agua. Pero, tras hallarla, sus captores no cumplieron su promesa.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López