Pregunta: ¿Es posible mejorar la inteligencia entrenando el cerebro?
Respueta: Muy a menudo se mezclan las cosas. El cociente intelectual es muy difícil de variar, a pesar del entrenamiento. Lo que sí se pueden trabajar son los diferentes tipos de inteligencia; es decir, las conexiones neuronales, los impulsos bioquímicos que yo clasifico según se conectan unas áreas con otras. Pero siempre de la mano de un profesional, pues lo contrario sería automedicarse. Es como la dieta de la alcachofa: un poco está bien, pero si solo comemos eso, machacamos nuestro organismo.
Pregunta: ¿Y cuáles son esas inteligencias?
Respueta: Yo diría que hay: inductiva (sirve para ordenar, jerarquizar y priorizar), deductiva (permite hablar con coherencia y congruencia), lógica (la madre de la razón), lingüística (que permite encontrar la palabra adecuada), matemática (sirve para computar, cuantificar y mesurar) y abstracta (localiza, sitúa o ubica algo en el espacio). Lo ideal es que haya un equilibrio entre todas ellas. Por eso, en Sapientec hacemos una prueba para ver dónde están las carencias, cuáles son las “bellas durmientes”, como yo las llamo y trabajamos con ellas.
Pregunta: ¿Y la memoria?
Respueta: Decía Shakespeare que la memoria es “el centinela de la inteligencia”, pero no es inteligencia. Es una habilidad, la de recordar,
que se tiene cuando están bien las demás. Además, no importa cuántos datos seamos capaces de retener, sino saber recordarlo en el momento en que sea necesario.
Pregunta: ¿Y qué opina de la estimulación temprana?
Respueta: Considero que es importante la estimulación desde el quinto mes de embarazo, cuando se comienzan a hacer las primeras sinapsis cerebrales, hasta los tres años.
En Babysapien hemos conseguido que niños con los dos hemisferios cerebrales separados lleguen a andar. Pero para ello es necesario un estudio previo y un programa específico para cada individuo.
Redacción QUO