Hasta hace poco los científicos reconocían que el lenguaje oral se encontraba en determinadas áreas del cerebro. Primero se percibe el sonido a través el giro de Heschl, en los hemisferios derecho e izquierdo. Luego la información pasa al área de Wernicke y de allí al lóbulo parietal inferior, que, junto a la corteza prefrontal, se encargan de interpretar los sonidos. El área de Wernicke se encarga de las posibles respuestas e inmediatamente después el área de Broca activa los músculos fonadores.
Pues según un estudio realizado por investigadores del National Institute on Deafness and Other Communication Disorders (Instituto Nacional de la Sordera y otros Desordenes de la Comunicación) de EEUU, y publicad en Proceedings of the National Academy of Sciences, estas regiones del cerebro también interpretan los gestos.
El hallazgo sugiere que ciertas regiones del cerebro interpretan un importante papel en la comunicación, sea verbal o gestual. Y, más importante aún, que allí podría residir el origen evolutivo del lenguaje.
Redacción QUO