En realidad solo vemos una parte. Poco más de la mitad. El único satélite natural de la Tierra tarda el mismo tiempo en completar la órbita alrededor de la Tierra que en girar sobre su propio eje, de ahí que solo veamos una de sus caras.
Este ‘ritmo’ no es completamente regular. Mientras gira, se desplaza hacia todos los lados, por lo que revela un poquito más de la mitad de sí misma. Este movimiento, descubierto en 1637 por Galileo Galilei, se llama ‘libración’.
Sin embargo, la Luna siempre nos muestra la misma cara. Esto se conoce como ‘acoplamiento de marea’.
* Publicado en Quonectados nº 218
Redacción QUO