¿Recordáis la película Desafío total? En ella, Arnold Schwarzenegger acudía a una agencia que manipulaba el cerebro del cliente para implantarle los recuerdos de unas vacaciones de ensueño que nunca había vivido. Conseguir algo así está aún muy lejos de nuestro alcance, pero la ciencia acaba de dar un paso más. Así lo demuestra el experimento realizado por Takeo Watanabe, investigador del Advanced Telecommunications Research Institute, en Japón, y cuyos resultados se han publicado en la revista Current Biology.
Durante su experimento, Watanabe y su equipo escanearon la actividad cerebral de un grupo de voluntarios a los que se les sometió a un juego. A estos individuos se les pidió que se concentraran mirando una pantalla en las que se mostraban imágenes con barras blanca sy negras, a la vez que se les pedía que se concentraran en algo concreto para tratar de controlar su actividad cerebral.
Este proceso se repitió durante varias semanas, durante las cuales a algunos de los voluntarios se les estimuló diversas áreas del cerebro con una luz roja. Y, cuando se les pidió que dijeran que les sugerían esas imágenes de barras blancas y negras, algunos de los voluntarios respondieron que una cebra. Pero aquellos que habían recibido el estímulo lumínico, respondieron que al color rojo, cuando esta tonalidad no aparecía en ninguna de ellas.
El experimento, según el profesor Watanabe abre un campo de investigación interesantísimo que puede tener varias aplicaciones. Una de ellas, la de manipular la mente para implantar imágenes y sensaciones falsas. Pero también para posibles tratamientos contra el autismo o la demencia.
Vicente Fernández López