Entre los jóvenes se ha puesto de moda coleccionar pulseras de los festivales de música a los que han asistido. Con la particularidad de que no se limitan a guardarlas, sino que las exhiben continuamente en sus brazos como si fueran preciados trofeos. En el fondo son la versión moderna de las muescas en los revólveres de los pistoleros, o de los dientes de león que exhiben los cazadores masáis. Una buena ristra de pulseras, demuestra que la persona que las lleva es una veterana festivalera, y que está a la última.
En principio, no habría anda que objetar a esta moda. Cada cual se suma a las tendencias que más le gustan. La parte preocupantes es que un estudio realizado por Alison Cottell, microbiólogo de la Universidad de Surrey, ha revelado que llevar puestas esas pulseras de forma permanente, puede convertir a la persona en foco de infecciones andante.
La investigadora estudió a varios jóvenes que no se quitaban las pulseras nunca, y descubrió en ellas cerca cerca de 9.000 micrococos y 2.000 estafilococos, que es más de veinte veces las bacterias que podemos encontrar en la ropa. El problema puede ser grave si se tiene en cuenta que esos microorganismos pueden provocar infecciones serias si la persona sufre una herida, o si de forma accidental esas pulseras entran en contacto con los alimentos que se van a ingerir.
Por ese motivo, el mismo estudio sugiere que las personas que trabajen en sectores como el sanitario o el alimenticio, no se dejen las pulseras puestas más de una hora.
Fuente: https://www.sciencedump.com/content/take-your-festival-wristband-its-basically-germ-colony
http://www.surrey.ac.uk/microbial/People/Alison_Cottell/
Vicente Fernández López