Las peregrinaciones de Childe Harold, es una de las obras más famosas de Lord Byron. Se trata de un extenso poema narrativo de corte autobiográfico, publicado en 1817 y dividido en cuatro actos. Y en ella, el gran poeta hace mención a una brillante estrella. Pero, ¿cuál era? Ese misterio ha obsesionado durante dos siglos a los amantes de la astronomía y la poesía. Pero el enigma se ha resuelto doscientos años después.
Un grupo de astrónomos de la Universidad de Texas han llegado a la conclusión de que Byron se equivocó, y lo que mencionaba en su célebre poema no era una estrella, sino el planeta Júpiter. Pero, ¿cómo han llegado a esa conclusión?
Los investigadores encontraron la principal pista estudiando el diario de John Cam Hobhouse, un amigo íntimo del poeta, que dejó escrito como los dos disfrutaron de un anochecer memorable en la localidad italiana de La Mira, el 20 de agosto de 1817.
Usando un programa informático, los astrónomos recrearon como era el cielo aquella noche de agosto de hace doscientos años. Y lo que descubrieron fue que Júpiter, el planeta más brillante del Sistema Solar, se alineó con la Luna.
Además, han interpretado otras posibles pistas ocultas en el lenguaje poético de Byron. El autor utiliza la expresión la cresta de Diana para referirse al aspecto de la Luna. Lo cual parece coincidir con como se veía aquella noche. Y es que nuestro satélite se encontraba en lo que se conoce como luna gibosa, que es la fase existente entre la luna llena y el cuarto creciente, y que en ocasiones puede asemejarse a una cresta.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López