En el Museo arqueológico de Montoro, en Córdoba, se encuentra una curiosa reliquia. se trata de una estela de piedra con extrañas inscripciones que podría ser la primera muestra de escritura autóctona de la Península Ibérica.Fue descubierta en 2002 y, ahora, un nuevo estudio realizado por investigadores de las universidades de Sevilla y Córdoba arroja interesantes resultados.
Según los autores del estudio, las inscripciones de la estela muestran signos que coinciden con algunasde las escrituras ibéricas posteriores (como la tartésica), pero también con otras de origen oriental, como la fenicia. Lo sorprendente es que esa mezcla parece haberse realizado de forma aleatoria, sin que el resultado parezca tener significado alguno. Pero, ¿por qué hacer algo así?
Los investigadores manejan dos hipótesis. la primera, que los autores fueron miembros de un pueblo que no usaba la escritura pero, que al descubrir los signos de otra cultura, quedaron fascinados por ellos y les realizaron lo que podría ser una especie de imitación, pero sin comprender su significado
Y, la segunda, que los signos hayan sido usados al azar como una especie de código para designar clanes o castas sociales, o para darles algún significado espiritual o religioso.
Fuente: SINC
Vicente Fernández López