Un grupo de investigadores del Instituto Feinstein, liderados por Todd Lencz, ha descubierto docenas de nuevas variaciones genéticas asociadas con la capacidad cognitiva general de una persona. Los hallazgos, publicados en Cell Reports, tienen el potencial de ayudar a desarrollar un tratamiento más específico para trastornos cognitivos y de la memoria.
«Por primera vez – explica Lencz en un comunicado –, pudimos utilizar la información genética para saber qué medicamentos específicos podrían ayudar en los trastornos cognitivos del cerebro, como la enfermedad de Alzheimer, la esquizofrenia y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad”.
Se trata del estudio más grande revisado por pares de este tipo: un equipo internacional de 65 científicos, estudió los genomas de más de 100.000 personas cuya función cerebral se midió mediante pruebas neuropsicológicas. Estos datos luego se combinaron con el genoma de 300.000 personas, cuyos resultados de pruebas cognitivas mostraba los niveles más altos.
«El campo de la genómica – concluye Lencz – está creciendo a pasos agigantados. Debido a que la cantidad de genes que podemos descubrir es una función directa del tamaño de la muestra disponible, es probable que más investigaciones con muestras adicionales, proporcionen aún más información sobre cómo nuestros genes desempeñan un papel clave en la capacidad cognitiva”.
Entre los resultados, los expertos destacan que también encontraron que una mayor capacidad cognitiva estaba asociada con una mayor esperanza de vida y que existe una superposición genética entre la capacidad cognitiva y el riesgo de enfermedades autoinmunes.
Juan Scaliter