Si ayer informábamos de la historia de una joven estadounidense a la que le extirparon catorce gusanos del ganado de su ojo izquierdo (convirtiéndose así en el primer caso conocido de infección humana por dicho parásito), hoy hemos conocido otro suceso que presenta ciertas similitudes.
El ojo de la imagen pertenece a un residente del estado de Tampa, en Florida, al que los médicos le descubrieorn un gusano viviendo en el interior de uno de sus ojos. Ya se sabe que hay varios tipos de parásitos que pueden anidar en el ojo humano, y que llegan hasta ahí en forma de huevos, ocultos en las trompas de las moscas.
Pero, en este caso concreto, se trataba de una larva de Taenia solium, que se contagia por comer carne de cerdo cruda o mal cocinada (que era lo que le había sucedido a este paciente). Lo habitual es que este parásito se asiente en el estómago de la persona infectada, pero en ocasiones las larvas pueden viajar a través del torrente sanguíneo hasta otras partes del cuerpo, incluídos los ojos, donde provocan un cuadro clínico conocido como cisticercosis.
Esta afección es una de las principales formas de uveitis ocular y, si no se extrirpa el parásito, puede provocar la pérdida de la visión en el ojo en que el se hospeda.En el caso del protagonista de la noticia, el hombre relata que el único síntoma que notó fue que veía un punto negro en su ojo.
Vicente Fernández López