Las personas solemos utilizar etiquetas para referirnos a otros seres humanos, diciendo que son «honestos», «sinceros», «audaces», sensibles»… Por supuesto es imposible resumir así toda la complejidad de cualquer personalidad, pero es una forma de destacar los rasgos más llamativos de la misma.
Estudiar la «personalidad» en otras especies es bastante complicado, pero es evidente que existen numerosos animales que exhiben comportamientos y rasgos que los distinguen del resto. Y esa particularidad también se da en los elefantes. Así lo confirman los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Turku, en Myammar, con doscientos ejemplares que viven en libertad.
Los investigadores fueron capaces de identificar comportamientos que les permitieron encajarlos en tres categorías: curiosos (por como se relacionaban con el medio ambiente en el que viven), sociables (por su capacidad para mantener una buena relación con los humanos y con otros elefantes), y agresivos.
Los autores del estudio resaltan que los elefantes tienen rasgos que comparten con los humanos. Tienen, por ejemplo, una larga esperanza de vida, alumbran a una cría de una sola vez, y éstas necesitan del cuidado de sus madres y de la manada para sobrevivir. Son circunstancias que, según los investigadores, pueden haber jugado cierto papel en la capacidad de ambas especies para desarrollar personalidades complejas.
Vicente Fernández López