Conforme cumplimos años, todos tenemos arrugas en la frente. Y hay a quien le salen incluso siendo bastante joven. Pero, ahora, un estudio realizado por el Centre Hospitalier Universitaire de Toulouse, en Francia, ha revelado que cuanto más numerosas y más profundas son dichas arrugas, más deberíamos preocuparnos por nuestra salud.
Por primera vez, un estudio ha encontrado un vínculo entre las arrugas de la frente y el riesgo de morir del corazón. Los investigadores realizaron un experimento que duró dos décadas con más de 3.000 voluntarios de diversas edades. Al cabo del mismo, más de doscientos de los participantes habían fallecido, el 15,2% de los cuales mostraba en sus frentes tres o más arrugas de gran profundidad.
Los investigadores no quieren causar una alarma innecesaria y, por eso, explican que no todas las arrugas están vinculadas con la salud cardíaca. Las patas de gallo, por ejemplo se deben a otros muchos factores. Pero si creen que la existencia de tres o más arrugas profundas en la frente podría ser un indicador de problemas cardíacos. Se englobaría así en ese grupo de síntomas indirectos, entre los que también se encuentran la sudoración excesiva en la frente y las palmas de las manos, la pérdida de dientes…
Pero, ¿a qué se debe este vínculo entre la salud cardiaca y las arrugas de la frente? Los investigadores aún no lo tiene completamente claro, pero sospechan que podría ser una consecuencia de la arterioesclerosis. Tal y como explican, los vasos sanguíneos de la frente son especialmente vulnerables, y cuando la enfermedad provoca un estrechamiento de las arterias, la reducción del flujo sanguíneo (con la consiguiente reducción de los nutrientes y el oxígeno que transporta), puede contribuir a la aparición de esas arrugas.
Fuente: ScienceAlert.
Vicente Fernández López