Habría sido increíble sorprender a una hembra de delfín en pleno clímax del placer sexual, jadeando, con contracciones y espasmos en el cuerpo o con esa ola de calor que se expande por todo el cuerpo. Ni siquiera se sabe si aumenta su frecuencia cardíaca o si su sensación de orgasmo es similar a la del ser humano, pero no por ello deja de ser asombroso lo que acaba de desvelar un trabajo de Dara Orbach y Patricia Brenna, investigadores de Mount Holyoke College, en South Hadley (Massachusetts). Por la forma y función del clítoris de estos animales, podrían experimentar placer sexual.
Las científicas han descubierto que las hembras de los delfines mulares tienen clítoris grandes y bien desarrollados. La estructura del tejido sugiere que el clítoris puede expandirse, por ejemplo, en respuesta a la estimulación. Su interior contiene haces de nervios que pueden aumentar la sensibilidad y el potencial de placer, igual que ocurre en el clítoris humano.
Estudios anteriores ya indicaban que el sexo juega un papel importante en el vínculo social entre los delfines, como se ve en otras especies sociales. Los delfines copulan todo el año, incluso durante los periodos en que no pueden concebir. “En otras especies de mamíferos con copulación durante todo el año, como los humanos y los bonobos, se sabe que el sexo es placentero para las hembras, a menudo a través de la estimulación del clítoris que conduce al orgasmo”, señala Orbach.
“Nuestras observaciones anatómicas sugieren que el clítoris es funcional en los delfines mulares, pero se necesitan más investigaciones, incluidos análisis fisiológicos y de comportamiento, para comprobar si las experiencias sexuales pueden ser placenteras para las hembras”, añade. Las biólogas han presentado la investigación en la reunión anual de la Asociación Americana de Anatomistas durante la reunión de Biología Experimental de 2019, celebrada en Orlando, Florida.
Su estudio incluyó a once delfines que habían fallecido por causas naturales. Una vez obtenido el permiso por parte del Servicio Nacional de Pesquerías Marinas para explorar su anatomía, las científicas realizaron disecciones del clítoris, crearon tomografías computarizadas (TC) en 3D, fijaron los tejidos en parafina y los tiñeron para examinar su estructura en detalle.
Los autores encontraron que los delfines tienen una capa protectora donde se fusionan dos áreas de tejido eréctil extenso en un solo cuerpo. Se trata de una forma y estructura muy similar al clítoris humano. Tanto en humanos como en delfines, el tejido eréctil del clítoris es más grande que esta zona. La naturaleza delgada y plegada de la piel alrededor sugiere que puede también expandirse durante la excitación y el aumento de la sensibilidad.
En contacto directo con el pene
La diferencia más evidente con respecto a la mujer, es la posición del clítoris. “En los delfines, el clítoris se coloca en la entrada de la abertura vaginal y en contacto directo con el pene durante la cópula, a diferencia de la posición externa del clítoris en los humanos –explica Orbach–. Esta proximidad a la abertura vaginal indica que se puede estimular fácilmente durante la cópula”.
La anatomía reproductiva femenina de la mayoría de las especies guarda aún un montón de incógnitas. Esta nueva investigación proporciona, según sus autoras, un marco inigualable comparativo para explorar funciones del sexo que a menudo se consideran exclusivas de los humanos. “Es solo el principio de una comprensión profunda de la relación entre la forma y la función de los genitales”.
Marian Benito