Una parte importante de nuestros tejidos están hechos de líquido. Este se mueve alrededor de las células y es esencial para la función normal del cuerpo. Pero este fluido, en algunos casos, puede estar haciendo más mal que bien. En aquellas personas que tienen glioblastoma, la forma más mortal de cáncer cerebral, este líquido tiene una presión mucho mayor, lo que hace que se mueva rápido y obliga a las células cancerosas a propagarse.
A esto hay que sumarle que una terapia común contra el cáncer, en la que se inserta un medicamento directamente en el tumor con un catéter, puede hacer que este líquido se mueva aún más rápido.
Un equipo de investigadores dirigido por Jennifer Munson, puede haber encontrado una solución para detener esta inevitable propagación de células cancerosas.
En un artículo publicado en Scientific Reports, el equipo de Munson explica el uso de un medicamento capaz de bloquear la forma en que las células cancerosas responden al flujo de fluidos. Los autores utilizaron ratones con glioblastoma para probar cómo un tratamiento contra el cáncer, llamado administración mejorada por convección, hizo que las células de glioma invadieran el resto del cerebro. Para bloquear el movimiento rápido del líquido y la propagación de las células cancerosas, probaron un medicamento llamado AMD3100. El fármaco, que ya se ha utilizado en clínicas, podría cambiar por completo el modo en el que se tratan este tipo de tumores y llevar a evitar que el glioblastoma se propague.
“Tengo la esperanza – concluye Munson – que, dado que el medicamento que usamos en nuestro ensayo se utiliza actualmente en pacientes, tal vez los clínicos, lo utilicen combinándolo con la administración.El glioblastoma tiene una alta tasa de mortalidad y durante décadas hemos avanzado muy poco. Algo debe cambiar”.
Juan Scaliter