Un reciente comunicado de la web especializada en denunciar el lado oscuro del fútbol, Football Leaks, acusa al jugador del Real Madrid, Sergio Ramos, de haber dado positivo por dexametasona “la noche que el Real Madrid ganó la Copa de Europa en 2017 frente a la Juventus. La UEFA lo archivó. Tras ello, volvió a quebrantar las normas antidopaje en abril del 2018 frente al Málaga”.
La dexametasona es un glucocorticoide, es decir un miembro de la familia de los corticosteroides. Se trata de hormonas que favorecen la gluconeogénesis y la glucogenólisis, básicamente dos procesos que permiten que el cuerpo obtenga un extra de energía por medio de glucosa.
Nuestro cuerpo produce glucocorticoides naturalmente, pero también existen algunos artificiales o sintéticos, la dexametasone es uno de ellos.
Respecto a los glucocorticoides, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) señala «que están prohibidos todos los glucocorticoides que se administren por vía oral, intravenosa, intramuscular o rectal”. Entre ellos esta la dexametasona.
Al mismo tiempo la AMA añade que “si el medicamento que un deportista debe tomar para tratar una enfermedad o condición, se encuentra dentro de la Lista Prohibida, se puede otorgar una Exención por Uso Terapéutico (TUE) a dicho deportista”. Es decir, habría casos en los que ciertos fármacos estarían autorizados.
¿Por qué lo incluye? Hay estudios para todos los gustos. Si bien algunos señalan que mejora el rendimiento en actividades de alta intensidad en humanos, hay otros que afirman que el efecto es solo observable en actividades con intensidad leve y moderada y, finalmente, también están aquellos que señalan que no tienen ningún efecto en deportistas: “Aunque en los corticoides se han descrito efectos antiinflamatorios, antiálgicos, ansiolíticos, antiasténicos, todos estos efectos se han visto en pacientes en reposo y no existe ningún estudio concerniente al comportamiento de los mismos con el ejercicio. Aquellos trabajos tendentes a analizar los efectos de los corticoides sobre el rendimiento deportivo no han constatado ninguna mejoría”.
Juan Scaliter