Los adultos jóvenes y sanos muestran una disminución notable de la función de los vasos sanguíneos poco después de consumir una bebida energética, según una investigación presentada en las Sesiones Científicas de la Asociación Estadounidense del Corazón (American Heart Association).
El consumo de bebidas energéticas, explican los autores, liderados por John Higgins, se ha asociado con muchos problemas de salud, incluidas afecciones asociadas con el corazón, los nervios y el estómago. Algunos creen que los efectos secundarios cardiovasculares de las bebidas energéticas podrían estar relacionados con los efectos de las bebidas en la función endotelial o de los vasos sanguíneos. En España ese consumo está en aumento.
El equipo de Higgins analizó a 44 estudiantes de medicina, de unos 20 años, sanos y no fumadores, probando su función endotelial antes de que cada uno de los estudiantes tomara una bebida energética de unos 700 mililitros. Los investigadores repitieron las pruebas de función endotelial 90 minutos después. Los resultados mostraron que la dilatación de los vasos tenía un promedio de 5,1% de diámetro antes de la bebida energética y luego cayó a 2,8% de diámetro, lo que sugiere un deterioro agudo en la función vascular.
Higgins y sus colegas creen que el efecto negativo puede estar relacionado con la combinación de ingredientes en la bebida energética, como la cafeína, la taurina, el azúcar y otros en el endotelio (revestimiento de los vasos sanguíneos).
“A medida que las bebidas energéticas son cada vez más populares, es importante estudiar sus efectos en quienes las beben con frecuencia y determinar mejor cuál es un patrón de consumo seguro”, explica Higgins en un comunicado.
Juan Scaliter