Un equipo internacional de paleontólogos, liderado por Maria McNamara y Mike Benton, descubrió que los pterosaurios tenían cuatro tipos de plumas, lo que hace retroceder el origen de las plumas unos 70 millones de años.

Los pterosaurios son los reptiles voladores que convivieron con los dinosaurios, entre 230 y 66 millones de años atrás. Desde hace tiempo se sabe que los pterosaurios tenían algún tipo de cubierta a menudo llamada picnofibras, y se presumía que era fundamentalmente diferente a las plumas de los dinosaurios y las aves.

Las aves, por ejemplo, tienen dos tipos de plumas cuyo objetivo es servir para el vuelo y el aislamiento térmico. Estos tipos de plumas se encuentran solo en las aves y en los dinosaurios terópodos cercanos al origen de las aves. Pero los otros tipos de plumas de las aves modernas incluyen monofilamentos y plumas de plumón, y estos se ven mucho más ampliamente entre los dinosaurios y los pterosaurios.

En un estudio publicado en Nature Ecology & Evolution, se muestra que los pterosaurios tenían al menos cuatro tipos de plumas.

“Algunos críticos han sugerido que en realidad solo hay un tipo simple de picnofibra – explica McNamara en un comunicado –, pero nuestros estudios muestran que los diferentes tipos de plumas son reales. Nos enfocamos en áreas claras donde las plumas no se superponen y donde podemos ver claramente su estructura. Incluso muestran detalles finos de melanosomas, que pueden haber dado a las plumas mullidas un color jengibre”.

Por su parte, Benton explica que para el mencionado estudio “realizamos algunos análisis evolutivos que mostraron claramente que las picnofibras de pterosaurio son plumas, al igual que las que se ven en las aves modernas y en varios grupos de dinosaurios. A pesar de una búsqueda cuidadosa, no pudimos encontrar ninguna evidencia anatómica de que los cuatro tipos de picnofibras sean diferentes de las plumas de las aves y los dinosaurios. Por lo tanto, como son iguales, deben compartir un origen evolutivo, y eso ocurrió hace 250 millones de años, mucho antes del origen de las aves. Este descubrimiento tiene implicaciones sorprendentes para nuestra comprensión del origen de las plumas, pero también para un gran momento de revolución de la vida en la tierra. Cuando surgieron las plumas, hace unos 250 millones de años, la vida se estaba recuperando de la devastadora extinción masiva del final del Pérmico. La evidencia independiente muestra que los vertebrados terrestres, incluidos los ancestros de los mamíferos y los dinosaurios, habían cambiado el modo de andar a la posición vertical, habían adquirido diferentes grados de sangre caliente, y en general vivían la vida a un ritmo más rápido. Para entonces, los antepasados ​​de los mamíferos tenían pelo, por lo que los pterosaurios, los dinosaurios y sus parientes también habían adquirido plumas para ayudarlos a aislarlos”.

Juan Scaliter