Hace 85 millones de años, tuvo lugar un dramático y violento encuentro entre dos colosales criaturas: un tiburón prehistórico y un gran reptil volador. Y, ahora, investigadores de la Universidad de California, han hallado las pruebas de aquel fabuloso combate.
Los paleontólogos encontraron en Kansas los restos de un Pteranodon, el más grande de todos los pterosaurios (reptiles alados), que podía medir hasta siete metros de largo con sus alas desplegadas. Esta criatura se comportaba de un modo similar a las modernas gaviotas, y pescaba a sus presas en la superficie del mar.
Pero, pese a su gran tamaño, el Pteranodon también podía servir de alimento a los tiburones prehistóricos. Lo sabemos porque, al examinar los restos del ejemplar hallado, los investigadores han descubierto entre sus vértebras el diente de un escualo.
La pieza pertenecía a un ejemplar de Cretoxyrhina mantelli, un tipo de tiburón primitivo que era al más grande que los actuales tiburones blancos.
Todo hace pensar que el escualo se abalanzó sobre el Pteranodon cuando estaba pescando, y que logró morderle en el cuello, perdiendo al menos un diente en el ataque. Es probable que el reptil volador lograse escapar, aunque también que muriese poco después a causa de las heridas.
Fuente: Newsweek.
Vicente Fernández López