Un caracol de cemento y vidrio de 268 metros de circunferencia se eleva en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). Se trata de la mayor y más costosa instalación científica jamás construida en España, el sincrotrón ALBA, que inició sus pruebas de funcionamiento en el año 2010.
Los sincrotrones funcionan como enormes microscopios de rayos X con los que estudiar la estructura y la composición de la materia.
Dentro del sincrotrón ALBA se aceleran electrones hasta que alcanzan velocidades cercanas a la de la luz, llegando a dar 100.000 vueltas en el acelerador de un microsegundo. Como consecuencia de esta aceleración se produce la emisión de radiación electromagnética muy luminosa, denominada «luz sincrotrón«. Enfocando esta luz sobre las muestras que quieren estudiar, los científicos pueden analizar obras de arte, diseñar fármacos o desarrollar nuevos materiales.
Fuente: Divulga.es
Redacción QUO