El equipo de investigación ENEDI de la UPV/EHU, ha estudiado las ventajas de las paredes vegetales como absorbentes y aislantes contra el ruido. Las pruebas se realizaron en una cámara de reverberación (cuyas paredes poseen materiales que reflejan el ruido del mismo modo en todas las direcciones), utilizando varias frecuencias. De esta manera, se comprobó que las paredes vegetales son muy eficaces como absorbentes del ruido tanto en frecuencias altas como en bajas, a diferencia de otros materiales utilizados en la construcción de edificios, que sólo tienen un buen rendimiento frente a uno de los dos tipos de frecuencias. Por otro lado, aplicando ligeras mejoras (como aumentar la masa de los módulos o tapar el espacio intermodular) puede aumentar la eficacia aislante del sistema, y, en consecuencia, las paredes vegetales podrían ser apropiadas como aislante acústico.

Pero no es esa su única ventaja, ya que este tipo de paredes ayudan a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos en otros muchos aspectos: contribuyen a ahorrar energía, a controlar las aguas pluviales, y a minimizar los residuos y la contaminación.
La ingeniera agrónoma Zaloa Azkorra propone la utilización de paredes vegetales en edificios, tanto dentro como fuera, ya que gracias a ellas también puede mejorarse la temperatura de las viviendas. La pega de este sistema es que, tal y como reconoce la investigadora, es bastante caro lo que, al menos de momento, impide que su uso se extienda de forma generalizada por los espacios urbanos.

Redacción QUO