Fundada en el siglo I, la ciudad romana de Antioquía ad Cragum, en la costa sur de Turquía, esconde todavía varios secretos según los arqueólogos que hace años excavan allí. Si en 2011 el equipo de Michael Hoff de la Universidad de Nebraska Lincoln, desenterró un impresionante mosaico de 150 metros cuadrados, uno de los más grandes de la región, ahora el hallazgo podría ser de mayor relevancia aún.
Se trata de una cabeza de Medusa, el personaje de la mitología que tenía serpientes por cabello y a la que le bastaba que un ser humano la mirara para que se convirtiera en piedra.
El busto no formaba parte de una estatua sino que era un elemento arquitectónico en la fachada de un edificio, probablemente un templo en su honor.
Desafortunadamente no son muchos los restos que quedan en esta ciudad, fundada durante el mandato del emperador Nerón.
«Las personas que viven aquí – explica Hoff – eran fervientes cristianos que destruyeron el arte casi de la misma manera que ISIS está destruyendo en el presente los restos de la antigüedad. Estas obras hubieran ido a parar a un horno de cal para ser quemadas. Afortunadamente no ocurrió eso”.

Juan Scaliter