La Agencia Espacial Europea, en colaboración con la rusa Roscosmos, enviará al Planeta Rojo un robot de exploración con la misión Exomars. El rover saldrá del módulo de aterrizaje y comenzará su paseo de investigación, pero precisamente ese momento de descenso hasta el suelo supone un enorme desafío tecnológico. Por eso se ha realizado durante dos días una simulación en el llamado “Campo de Marte”, un terreno de 50 x 80 m del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) francés.
Desde un centro de control situado a mil kilómetros, en Holanda, los técnicos tuvieron que valerse de la información proporcionada por los sensores y cámaras del rover para ordenarle ejecutar la maniobra de salida hasta en cinco ocasiones.Como la distancia a Marte no permite dar comandos en tiempo real, cada hora se suministraba una lista de tareas al robot para que las fuera realizando. Solo uno de los descensos por una rampa resultó fallido y hubo que incorporar el robot a mano, algo que habría resultado imposible en una misión real.
2018 es el año en que el robot de Exomars llegará a Marte. Allícompletará las investigaciones sobre la atmósfera del planeta iniciadas en la primera fase de la misión dos años antes, con un módulo de aterrizaje. Los conocimientos adquiridos en ambas servirán para diseñar otra fase con recogida de muestras.
Redacción QUO