Parafraseando una canción que Mecano le dedicó a Salvador Dalí: «los genios nunca deberían morir». Un gran ejemplo de que esta frase es aplicable a alguno de los personajes de nuestra historia es Freddie Mercury, quien nos dejó precipitadamente en 1991 por complicaciones con el VIH.

Una de las cosas que nos enamoraban del artista británico era su voz. Única, inigualable e incomparable. Da igual cuántos músicos quieran imitar a Mercury, nunca estará a la altura: ninguno llegará a su tono y su estilo. Por ello, un grupo de científicos austriacos, suecos y checos se propuso intentar descubrir cuál era el secreto de nuestro genio rockero. Según explican en el estudio, publicado en la revista especializada Logopedia Foniatría Vocology, «Freddie Mercury fue uno de los cantantes más conocidos del siglo XX de la música contemporánea comercial. Esta investigación presenta un análisis acústico de la producción de su voz y el estilo de canto, sobre la base de análisis perceptivo y cuantitativo de las grabaciones de sonido disponibles para el público».

Según explican los científicos Mercury era un maestro en el arte de modulación de la voz. Los resultados muestran que el cantante británico recurría habitualmente a «subarmónicos» por la vibración de sus pliegues ventriculares, una técnica que habitualmente utilizan los cantantes armónicos, difónicos o que se valen de su garganta para interpretar. «Perceptualmente irregular (y por lo general más rápido) el vibrato de Freddie Mercury se escucha claramente en las notas sostenidas de canciones tan célebres como Bohemian Rhapsody o We Are the Champions, y parece que es uno de los pilares fundamentales de su estilo vocal, concluye la investigación.

[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=04854XqcfCY[/youtube]

* Fuentes:

Christian T. Herbst et al. Freddie Mercury—acoustic analysis of speaking fundamental frequency, vibrato, and subharmonics, Logopedics Phoniatrics Vocology (2016). DOI: 10.3109/14015439.2016.1156737 | Vía: phys.org

Redacción QUO