Lo lógico a la hora de plantearse colonizar otros mundos es fijarse en los que tenemos más cerca. Así que una vez descartados los planetas de nuestro sistema solar, nuestra mirada debería fijarse en Alfa Centauri, el sistema estelar más próximo a la Tierra. Está formado por tres estrellas: Alfa Centauri A, Alfa Centauri B, y una tercera llamada Próxima Centauri, que orbita alrededor de las otras dos.

Ya se sabe con certeza que este sistema contiene al menos un planeta de un tamaño similar al de la Tierra, y que ha sido bautizado como Alfa Centauri Bb. Sería demasiada buena suerte que dicho planeta tuviera las condiciones de habitabilidad necesarias para que el ser humano pudiera colonizarlo. Pero los científicos tienen la esperanza de que si hay uno, tal vez haya más. Con lo cual, las posibilidades de encontrar uno que pudiera servir como nuevo hogar para nuestra especie, serán algo mayores.

Pero, ¿cómo serían los hipotéticos planetas habitables de Alfa Centauri? Se trata de un enigma sin respuesta posible, dados nuestros conocimientos actuales. Solo podemos limitarnos a fantasear con ello, y dejar que No Man´s Sky (el nuevo juego de PlayStation 4 para viajar, explorar y colonizar otros mundos) nos sorprenda, gracias al programa que le permite recrear de forma aleatoria cómo serían los escenarios de esos otros mundos. En el fondo, el resultado sería lo más parecido a la gran sorpresa que se llevaría una hipotética misión colonizadora al descubrirlos por primera vez.

Llegados a este punto, la gran pregunta es: ¿seremos capaces de llegar hasta allí en un período de tiempo relativamente corto? Evidentemente, no está previsto enviar ninguna misión tripulada a dicho sistema estelar, pero recientemente, Stephen Hawking presentó un proyecto llamado Breakthrough Starshot, en el que cuenta con el apoyo de personajes como Mark Zuckerberg, que pretende mandar una misión muy particular a Alfa Centauri en el plazo de unos cuarenta años.

La idea consiste en desarrollar una tecnología basada en microchips similares a los que hay en los teléfonos móviles. Estas nanonaves se moverían con luz láser y serían capaces de llegar a su destino en unos veinte años. Los otros veinte, son los que se calcula que se necesitarán para tener listas estas microcápsulas.

El proyecto de Hawking ya cuenta de momento con una financiación de cien millones de dólares, aunque tendremos que esperar al menos cuatro décadas para ver si se culmina con éxito. Mientras llega ese momento, Alfa Centauri podría ser un buen destino para quien quiera jugar a No Man´s Sky, y probar lo más parecido que existe a la experiencia de conquistar y explorar otros mundos disitntos al nuestro. Por ese motivo, detengámonos un momento para fantasear y tratar de imaginar cómo sería una hipotética misión tripulada a dicho sistema estelar.

Para empezar, hay que tener en cuenta que, aunque Alfa Centauri es el sistema más cercano a nuestro planeta, se encuentra a una nada despreciable distancia de 4,3 años luz. Por ese motivo, se calcula que se necesitarían entre 30 mil y 75 mil años para cubrir esa distancia. Eso significa que la única posibilidad sería enviar una expedición cuyos tripulantes procrearan entre sí , dando lugar a nuevas generaciones, una de las cuales finalmente llegaría a su destino.

La posibilidad más sensata, por tanto, parece esperar hasta que desarrollemos una tecnología que nos permita viajar a una velocidad de unos 30 mil o 25 mil kilómetros por segundo, lo que reduciría el viaje a una duración estimada entre 30 y 50 años. De esa forma, un astronauta que partiera muy joven de la Tierra, podría llegar vivo y todavía con una edad aceptable a su destino.

Entre las posibles tecnologías que, a día de hoy, más se aproximan (al menos teóricamente) a ese viaje ideal, se encuentran las velas solares. Se trata de unas enormes estructuras con forma de paracaídas, que usarían la presión de la radiación de la luz solar para acelerar la nave hasta velocidades que permitieran escapar del Sistema Solar. Con este sistema se calcula que podríamos tardar entre mil y dos mil años en llegar a nuestro destino. Es muchísimo menos que los 30.000 calculados inicialmente, pero aún estaríamos lejos de esos 30 o 50 años ideales.

Otra posibilidad barajada en el plano teórico, sería una nave nuclear por pulsos o, lo que es lo mismo, que se mueve por el impulso que genera la detonación de ingenios nucleares. Teóricamente suena bien, ya que con un ingenio así se calcula que se podría tardar “solo” 150 años en llegar a Alfa Centauri. El problema es que actualmente no tenemos la capacidad de fabricar una nave como esa. Se estima que tendría que tener unas dimensiones casi monstruosas y que pesaría alrededor de 400 mil toneladas, lo que implicaría que serían necesarios alrededor de 300.000 aparatos de fusión nuclear para poder moverla. Algo que, a todas luces, supera las actuales posibilidades técnicas del ser humano.

Por esos motivos (y otros muchos), la única forma factible de llegar a Alfa Centauri es la que propone Stephen Hawking. El sueño de enviar una misión tripulada tendrá que esperar aún mucho tiempo para hacerse realidad. Quizá en un futuro lejano, los llamados agujeros de gusano a la teletransportación (si es que alguna vez se logra desarrollar esa tecnología) permitan a nuestros descendientes realizar ese apasionante viaje. Pero, de momento, la ficción y los juegos como No Man´s Sky de PlayStation 4, serán las únicas maneras de llevarlo a cabo.

¿Alguien se anima a lanzarse a la aventura… espacial?

Vicente Fernández López