Puede que los mapas del cerebro abunden, pero la realidad es que cada avance demuestra que sigue siendo un gran desconocido todavía.Y el trabajo de expertos de la Universidad de Washington, publicado en Nature, lo demuestra. No solo porque han descubierto 97 nuevas áreas del córtex cerebral, la capa más externa del cerebro, involucrada en la percepción sensorial, el lenguaje, el uso de herramientas y el pensamiento abstracto. Sino también porque el caudal de información obtenida es enorme. “Tuvimos que convencer a Nature – explica David Van Essen, uno de los autores del estudio – para que subiera a su página web unas 200 páginas extras de cada una de las 180 regiones estudiadas, así como de los algoritmos que utilizamos para crear el mapa”.Creemos que esta información servirá a la comunidad científica para explorar el mapa por su cuenta y obtener nuevos datos”.
Para llevar a cabo esta titánica tarea, los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, han recurrido a los datos generados por el Proyecto Conectoma Humano, un estudio multimillonario de cinco años de duración dirigido por el propio Van Essen y que utiliza una potente máquina de resonancia magnética, creada específicamente para este proyecto, para mapear el cerebro de 1.200 adultos.
Los autores utilizaron la información del cerebrode 210 adultos jóvenes de ambos sexos y dividieron el cerebro en 180 áreas tanto del hemisferio izquierdo como del derecho basándose en diferencias físicas (como el grosor del córtex), funcionales (áreas que responden a los estímulos del lenguaje) y diferencias en la conectividad de ciertas regiones. La cartografía cerebral no es tan sencilla como un mapa geográfico, ya que la mayor parte del cerebro es, superficialmente muy similar. A nivel de la corteza tiene más que ver con un mapa de fronteras: ciertas diferencias no se pueden ver desde el aire y cobran nuevos detalles cuando se recorren ”a pie”.
“El cerebro no es como un ordenador que puede operar con cualquier sistema operativo y usar cualquier software – señala Van Essen– . El software del cerebro, cómo funciona, inicialmente está correlacionado con la estructura del cerebro (su hardware). Si queremos averiguar qué puede hacer el cerebro, debemos comprender cómo está organizado y conectado”.
Gracias a ello los expertos han descubiertos áreas tan específicas como la 55b, la región “Cuentacuentos” por así decirlo, ya que se activa cuando una persona escucha una historia, . Otras contienen un mapa del campo de visión o están involucradas en el control del movimiento. Pese a ello, es probable que la mayoría de las zonas nunca sea identificada con una sola función porque no se limitan a una tarea, sino que coordinan la información de muchas señales diferentes.
«Aunque hemos llegado a 180 áreas en cada hemisferio, esperamos que no sea el número final – concluye Matthew Glasser, otro de los autores principales –. Hemos identificado parcelas de la corteza que probablemente se puedan subdividir, pero no podemos establecer los límites con seguridad con las técnicas y los datos actuales. En el futuro quizás sí sea posible, con nuevas o mejores tecnologías. Nosotros nos hemos centrado en aquellas sobre las que estamos seguros de los datos obtenidos”. Para que otros investigadores también puedan profundizar en estos mapas, los expertos han desarrollado también un software que detecta automáticamente la huella digital de cada una de estas nuevas áreas en los escáneres cerebrales.
Y es que, al igual que los cartógrafos del pasado, los expertos que mapean el cerebro humano, crean herramientas para que otros exploradores las usen en nuevos descubrimientos.

Juan Scaliter