Las autoridades japonesas han comenzado a poner en marcha una curiosa medida: a las personas mayores de 65 años que entreguen voluntariamente su permiso de conducir, les darán descuentos en comida o transporte público. La iniciativa responde a una reciente oleada de accidentes mortales. Los dos últimos causados por una mujer de 83 años que perdió el control del vehículo y en lugar de apretar el freno, pisó el acelerador, matando a dos peatones. O el hombre de 87 que, a bordo de un camión, atropelló a varios niños, causando la muerte de uno de ellos. Actualmente 17 millones de japoneses mayores de 65 años tienen permiso de conducir, casi cinco millones, tienen más de 75 años, el doble que en 2005.
Pero lo que habría empujado al gobierno nipón a reaccionar definitivamente habría sido el futuro. Las autoridades señalan que en 2025 más de 7 millones de japoneses sufrirán demencia senil.

Quizás España también deba tomar nota. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD), nuestro país ocupa el tercer lugar a nivel mundial con mayor proporción de enfermos de demencia entre su población de 60 o más años: el 6,3%.
Sólo Francia (6,5%) e Italia (6,4%) se sitúan por delante. Inmediatamente después de España se encuentran Japón y Estados Unidos con un 6,1%. De hecho este último país ya ha iniciado cursos de concienciación sobre demencia para la población. Algo que Japón lleva haciendo desde hace años.

Juan Scaliter