Las sinapsis, las conexiones entre las neuronas, tienen sus propios “sabores” dependiendo del químico que utilicen para enviar la señal. Cuando se desencadena un impulso nervioso, iones de calcio se dirigen a la neurona y dan la orden de contacto y entonces se liberan los neurotransmisores y comienza el movimiento. Entre todos aquellos “sabores” hay uno que destaca por su velocidad y precisión. Es el transmisor GABA. Hasta ahora el secreto de estas cualidades se desconocía, pero un grupo de expertos, liderados por Peter Jonas, profesor del Instituto de Ciencia y Tecnología de Austria (IST Austria) han descubierto cómo lo consiguen. La clave es el sensor que detecta la entrada de los iones de calcio.
En un estudio publicado en Cell Reports, los científicos explican que las sinapsis GABAérgicas logran estas prestaciones gracias a la la sinaptotagmina 2 , el sensor que usan para medir la cantidad de calcio en la neurona. «Por primera vez hemos identificado el sensor de calcio que desencadena la liberación del neurotransmisor en una sinapsis inhibidora», resume Peter Jonas. El estudio se llevó a cabo en células en cesta y las células de Purkinje, un tipo de sinpasis localizada en el cerebelo, una región del cerebro que juega un papel importante en el control motor.
El hallazgo tiene gran importancia ya que este nuevo conocimiento permitiría desarrollar terapias en personas con dificultades motoras en primera instancia y en otros tipos de dolencias relacionadas con la conectividad neuronal.

Juan Scaliter