Hasta ahora, la Nasa utilizaba diferentes métodos para analizar la presencia de aminoácidos fuera de la Tierra. Pero un nuevo estudio, publicado en Analytical Chemistry, señala un nuevo sistema, basado en la electroforesis capilar que es 10.000 veces más sensible que los métodos empleados por naves como el explorador de la NASA Mars Curiosity. El nuevo test permite separar una mezcla de moléculas orgánicas en sus componentes.
Una de sus ventajas es que el proceso es relativamente simple y fácil de automatizar. Básicamente consiste en combinar una muestra líquida con un reactivo líquido. Esa mezcla se expone a un láser (un proceso conocido como detección de fluorescencia inducida por láser) lo que hace que se puedan observar moléculas específicas moviéndose a velocidades diferentes. Esto permite identificarlas función de la rapidez con que responden a los campos eléctricos.
La electroforesis capilar ha existido desde principios de los años 1980, pero esta es la primera vez que se ha adaptado específicamente para detectar la vida extraterrestre en un mundo oceánico, como las aguas de Encelado, uno de los satélites de Saturno o Europa, luna de Júpiter.
«Nuestro método – explica en un comunicado, la autora principal del estudio, Jessica Creamer – mejora los intentos previos al aumentar el número de aminoácidos que se pueden detectar en una solo test. Además, nos permite detectar estos aminoácidos en concentraciones muy bajas, incluso en muestras altamente saladas”. Para evaluar la efectividad de la técnica, los investigadores analizaron 17 aminoácidos (los más comunes en nuestro planeta) los aminoácidos presentes en las aguas del lago Mono, en California. El contenido alcalino excepcionalmente alto de este lago, lo convierte en un hábitat desafiante para la vida y un excelente modelo para los entornos de Marte o algunos satélites de Júpiter y Saturno.
Juan Scaliter