Se sabía desde hace décadas. Pero ahora las cifras han aumentado a niveles alarmantes. Las poblaciones de elefantes forestales en una de las reservas más grandes y más importantes de África Central han disminuido entre un 78 y un 81% debido a la caza furtiva. Así lo afirma un nuevo estudio de la Universidad de Duke.
«Nuestra investigación sugiere que más de 25.000 elefantes en el Parque Nacional Minkébé de Gabón pueden haber sido asesinados por su marfil entre 2004 y 2014” – explica John Poulsen, uno de los autores del estudio, en un comunicado –. Casi la mitad de los estimados 100.000 elefantes del bosque de África Central, viven en Gabón. Por lo tanto la pérdida de 25.000 elefantes de este santuario clave es un retraso considerable para la preservación de la especie».
Si bien es cierto que parte de la caza furtiva se originó dentro de Gabón, los resultados del nuevo estudio indican que los cazadores furtivos han comenzado a cruzar las fronteras desde las naciones vecinas, principalmente desde Camerún al norte y esa es una de las principales razones del aumento de los elefantes perdidos.
El estudio, publicado en Current Biology, se basó en comparar los datos de dos importantes estudios de estiércol de elefante en el Parque Nacional de Minkébé entre 2004 y 2014. Se utilizaron dos métodos analíticos diferentes para explicar los períodos de lluvias fuertes que podrían acelerar la descomposición del estiércol y evitar errores en los datos.
«Para salvar a los elefantes forestales de África Central – concluye Poulsen –, necesitamos crear nuevas áreas protegidas internacionales y coordinar la aplicación de la ley para garantizar el procesamiento de los ciudadanos extranjeros que cometan o fomentan los crímenes de vida silvestre en otros países. Los estudios que muestran una fuerte disminución de las poblaciones de elefantes forestales no son nada nuevo, pero una pérdida de esta magnitud en una década, en una de las áreas protegidas más grandes y remotas de África Central, es una alarmante advertencia de que no hay lugar a salvo de la caza furtiva”.
Juan Scaliter