Una nueva investigación publicada en la revista especializada Journal of Experimental Psychology ha descubierto algo asombroso: nuestras pupilas se sincronizan con la atención que prestamos a determinados eventos. Además, dicha investigación también pone de manifiesto que la empatía es muy importante en esto.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores monitorizaron las pupilas de un grupo de voluntarios mientras escuchaban a un orador. Fue así como se dieron cuenta de que tanto oyentes con alta o baja empatía prestaban una gran atención en el momento del clímax de una historia, pero solo aquellos más empáticos consiguieron permanecer atentos durante otros momentos de la narración. Además, los oyentes más expresivos sincronizaban sus pupilas cuando estaban plenamente atentos a la historia, haciendo que estas se dilatasen involuntariamente.

Todos sabemos que nuestras pupilas se dilatan para controlar la cantidad de luz que entra en nuestros ojos, pero según parece, también se dilatan rápidamente en respuesta a la información que se está procesando en un momento dado. Estudios previos que evaluaron la atención y la conexión, suelen pedir a los oyentes que les narren lo que recuerdan de la historia una vez esta ha terminado, lo que requiere que la persona acceda a sus recuerdos e incluya de forma involuntaria lo que piensan o sienten, cuestión que es inevitablemente susceptible de sesgo o problemas de memoria. Sin embargo, esta investigación mide la participación del oyente en tiempo real mediante la evaluación de una respuesta fisiológica que es imposible falsificar o evitar.

El estudio apoya el conocido dicho popular que afirma que «los ojos son el reflejo del alma». En este caso, la investigación vincula la dilatación de la pupila y la mirada a determinados estados mentales, como atención y la intención.

Fuente: eurekalert.org

Redacción QUO