Un equipo de científicos de las universidades de Leicester y East Anglia han desarrollado una nueva estrategia para proteger la vida silvestre mediante el uso de datos satelitales y ADN para identificar poblaciones de monos que han disminuido debido a la caza.
Los expertos, liderados por Heiko Balzter, ha estudiado la manera de utilizar una serie de tecnologías para identificar los riesgos a los que muchas especies pueden estar expuestas en determinada región. Utilizando una combinación de datos satelitales, relevamiento de zonas de actividad humana (caminos y asentamientos), detecciones directas de ADN derivado de mosquitos (de qué animales se alimentan), grabaciones de sonido de animales y la detección de otras especies que comparten hábitat con diferentes especies de monos, el equipo logró realizar un “mapa” de las regiones en las que se distribuyen y su número. También se utilizó lo que se conoce como secuenciación de ADN de alto rendimiento, una herramienta que permite saber qué especies viven en un paisaje basándose en el ADN ambiental que dejan atrás en forma de saliva, orina, heces o sangre.

Todos estos datos podrían utilizarse para identificar áreas en las que las poblaciones de monos son particularmente vulnerables. “Actualmente – explica Baltzer en un comunicado – hay diez veces más satélites en funcionamiento ahora que en la década de 1970. La mayoría de las personas utilizan mapas satelitales en su móvil, como Google Earth. La red de satélites europeos Copernicus proporcionan datos globales gratis cada 5 días a una resolución nunca vista. Sin embargo, los satélites no pueden observar animales pequeños directamente, la mayoría de la biodiversidad es invisible para un satélite. Por ello hemos desarrollado indicadores para la biodiversidad que complementes estos datos”.
El estudio ha sido publicado en Nature Ecology and Evolution.

Juan Scaliter