En nuestro país hay cerca de 10.000 vehículos eléctricos, pero las cifras están muy lejos de los 300.000 que deberían circular en 2020 si se pretende cumplir con los objetivos de reducción de emisiones acordados con la Unión Europea. Así lo afirma un análisis realizado por la consultora Deloitte. El informe señala que para cumplir con las metas de la UE será preciso realizar una inversión de 650 millones de euros anuales hasta 2030, pero hasta ahora apenas se han destinado 40 millones de euros a esto.
Pero, ¿es buena la iniciativa de subvencionar la compra de coches eléctricos? De acuerdo con un reciente estudio, realizado por el Instituto Económico de Montreal, el gasto no compensa los beneficios.

“Es un desperdicio – afirma Germain Belzile, uno de los autores del estudio – . Estos programas no sólo cuestan a los contribuyentes una fortuna, sino que también tienen poco efecto sobre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)”. EI análisis comparó los subsidios a vehículos eléctricos ofrecidos por las dos provincias más grandes de Canadá, Ontario y Quebec, que pueden llegar hasta un tercio del precio de compra. Quebec ofrece rebajas de hasta 5.400 euros, mientras que Ontario está ofreciendo reembolsos de 9.500 euros.

Ambas provincias se han fijado el objetivo de tener un millón de vehículos eléctricos e híbridos en sus carreteras en 2030. El estudio señala que con estos números, las emisiones de carbono se reducirían en cerca de 3.6 por ciento en Quebec y 2.4 por ciento en Ontario.
Quebec ofrece rebajas de hasta 5.400 euros para la compra de nuevos automóviles eléctricos o recargables, que son mucho más caros que sus contrapartes de gasolina, mientras que Ontario está ofreciendo reembolsar 9500 euros del precio de compra.
El estudio estima que estos subsidios cuestan a los contribuyentes 355 euros por tonelada de GEI no emitida en Ontario y 195 euros en Quebec.

En comparación, un sistema de comercio para grandes contaminadores en Quebec y California en los Estados Unidos, al que Ontario debería unirse pronto, cuesta sólo 12 euros por tonelada de CO2. Así, al subsidiar las compras de vehículos eléctricos, Ontario y Quebec terminan gastando hasta 29 veces y 16 veces, respectivamente, el precio del mercado de carbono por cada tonelada de GEI eliminado.
«El sentido común, tanto desde el punto de vista económico como ecológico, argumenta a favor de reducir estos subsidios e incluso eliminarlos», concluye el estudio.

Juan Scaliter