En el marco de la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE), un equipo liderado por Carlos Calhaz-Jorge, ha presentado los resultados del uso de técnicas de fertilización asistida en toda Europa y las conclusiones muestran que España es el país líder en este ámbito.

Los datos fueron obtenidos de las cifras de tratamientos que realiza cada país e incluyen fertilización in vitro (IVF), donación de óvulos, fecundación in vitro con microinyección intracitoplasmática (ICSI) e inseminación intrauterina (IUI). Nuestro país ha registrado en total 109.275 ciclos de tratamiento, por delante de los casi 95.000 de Rusia y bastante más que los 90.000 de Francia, el anterior líder.

En total, el análisis recoge 707.171 ciclos de tratamiento realizados en 2014 (el año más reciente para el que todos los países han aportado información), lo que se ha traducido en 146.232 nacimientos. El estudio representa el retrato más fidedigno y preciso del estado de la fertilización asistida en Europa: se han contabilizado cerca del 80% de los tratamientos realizados.

Entre las conclusiones de los datos obtenidos, se deduce que las clínicas europeas siguen prefiriendo los tratamientos ICSI en lugar de la IVF en una proporción de casi tres a uno: 336.123 tratamientos de ICSI y 123.809 de IVF, pese a que este último tiene una tasa de embarazo ligeramente superior: 35% contra 33%.

Las tasas de embarazo, por embrión, son de un 49% para donantes de óvulos congelados y ligeramente superior, un 51%, para los que no han sido congelados.

Finalmente también ha descendido la tasa de embarazos múltiples, que los datos de 2014 sitúan en un 17%. “Comenzamos a controlar las IVF en Europa en 1997 – concluye Calhaz-Jorge –, y la tasa de embarazos múltiples continúa su lento pero constante descenso. Los índices de éxito parecen haberse estabilizado, aunque el resultado en la donación de óvulos y el uso de embriones congelados todavía está en aumento. Sin embargo el mayor incremento es el de los tratamientos con óvulos congelados, ayudados por la revolución que significó la introducción generalizada del proceso de vitrificación”. Esta es una técnica de preservación de la fertilidad que permite posponer la capacidad reproductiva de una mujer el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades que en el momento en que se vitrifican los ovocitos. Estos son tratados con sustancias criopotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196º C.

Juan Scaliter