Gracias a la información obtenida por el telescopio Pan-STARRS 1, un astrónomo de la Universidad de Hawai reparó en un cuerpo celeste que había penetrado en nuestro Sistema Solar, y cuya presencia posteriormente también fue detectada por otros muchos observatorios.

[image id=»92984″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]

Se trata de un objeto de unos 400 metros de diámetro y se mueve a una velocidad de unos 20 kilómetros por segundo. Pero lo más sorprendente del mismo es que, cuando fue detectado, describía una órbita hiperbólica.

Los astrónomos explican que este cuerpo tiene un origen interestelar, y por su órbita parece venir de la constelación de Lira. Parece descartado que sea un cometa, ya que no posee la típica cola que los caracteriza. Más bien creen que se trata de un fragmento de asteroide.

Vicente Fernández López