Numerosos estudios se han ocupado de analizar cómo la producción de vino estuvo vinculada a nuestra evolución como sociedad. Hasta ahora, el registro más antiguo del que se tenía constancia, provenía de unas excavaciones realizadas en las montañas Zagros, en Irán.

Pero ahora un equipo de expertos del Proyecto Regional Expedición Arqueológica Gadachrili Gora (GRAPE por sus siglas en inglés) y la Universidad de Toronto, liderados por Stephen Batiuk https://www.archaeological.org/lecturer/stephendbatiuk, ha descubierto pruebas de la primera vinicultura en el mundo. El descubrimiento fecha el origen en el período neolítico alrededor del año 6000 aC, entre 600 y 1.000 años antes de los hallazgos previos.

Las excavaciones se han centrado en dos sitios neolíticos llamados Gadachrili Gora y Shulaveris Gora, aproximadamente a 50 kilómetros al sur de la capital de Georgia, Tbilisi. Allí se recogieron fragmentos de jarras de cerámica que se analizaron para determinar la naturaleza de los residuos preservados en el interior.
Los resultados, publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences, confirmaron que los residuos contenían ácido tartárico, la huella digital de la uva y del vino, así como otros tres ácidos orgánicos asociados a esta bebida: el ácido málico, succínico y el cítrico.
«Creemos que este es el ejemplo más antiguo de la domesticación de una vid eurasiática de crecimiento salvaje únicamente para la producción de vino – señala Batiuk en un comunicado –. La versión domesticada de la uva tiene más de 10.000 variedades, entre aquellas que sirven para la mesa y para la producción de vino. Y Georgia es el hogar de más de 500 de ellas, lo que sugiere que las uvas han sido domesticadas y cruzadas en la región durante mucho tiempo”.

Los investigadores dicen que los datos arqueológicos, químicos, botánicos, climáticos y de radiocarbono combinados, demuestran que la vid eurasiática Vitis vinifera abundaba en esta región y creció en condiciones ambientales ideales en los primeros tiempos del Neolítico, similar a las regiones productoras de vino premium en Italia y el sur de Francia en la actualidad.
«Nuestra investigación – conclute Batiuk – sugiere que una de las principales adaptaciones de la forma de vida neolítica que se extendióen la región fue la vinicultura. La domesticación de la uva condujo al surgimiento de una cultura del vino en la región”.

Juan Scaliter