Puede ser que las moléculas orgánicas aparecieran por primera vez en la Tierra y luego se combinaran en moléculas más grandes, como proteínas e hidratos de carbono. Pero una segunda posibilidad es que se originaran en el espacio, posiblemente dentro de nuestro Sistema Solar. Así lo afirma un nuevo estudio, publicado en Journal of Chemical Physics. Los autores, expertos de la Universidad de Sherbrooke en Canadá , señalan que varias moléculas orgánicas se pueden formar en un ambiente frío y lleno de radiación.
Los cintíficos crearon entornos espaciales simulados en los que películas delgadas de hielo (llamados hielos moleculares) que contenían metano y oxígeno eran irradiadas por electrones. Cuando los electrones u otras formas de radiación inciden en los hielos moleculares, se producen reacciones químicas y se forman nuevas moléculas. Este estudio utilizó varias técnicas avanzadas, incluida la desorción estimulada por electrones (ESD), la espectroscopía fotoelectrónica de rayos X (XPS) y la desorción programada por temperatura (TPD).
Los experimentos se llevaron a cabo bajo condiciones de vacío similares a las del espacio exterior. Los fragmentos de hielo, con metano y oxígeno, imitaban aún más un entorno espacial, ya que alrededor de los granos de polvo, en las densas y frías nubes moleculares que existen en el medio interestelar, se producen varios tipos de hielo (no solo agua congelada). Este tipo de entornos helados también existen en objetos del Sistema Solar, como cometas, asteroides y lunas.
Todas estas superficies heladas en el espacio están sometidas a múltiples formas de radiación, a menudo en presencia de campos magnéticos, que aceleran las partículas cargadas de los vientos solares.
El equipo de científicos descubrió que, en estas condiciones, se producían una variedad de pequeñas moléculas orgánicas como propileno, etano y acetileno. Más tarde, cuando irradiaron una mezcla congelada de metano y oxígeno con electrones de baja energía (LEEs por sus siglas en inglés), encontraron evidencia directa de la formación de etanol.
Finalmente, los autores afirman que también hallaron evidencia indirecta de muchas otras pequeñas moléculas orgánicas, incluyendo metanol, ácido acético y formaldehído. Además, tanto los rayos X como los LEEs produjeron resultados similares, aunque a diferentes velocidades. Por lo tanto, es posible que los componentes básicos de la vida se hayan producido a través de reacciones químicas inducidas por electrones secundarios en superficies heladas en el espacio expuestas a cualquier forma de radiación ionizante.
Juan Scaliter
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