Los bosques tropicales son importantes tanto en lo que respecta a la absorción de carbono como a la biodiversidad. Almacenan más de un tercio del carbono terrestre del planeta y son los ecosistemas con mayor biodiversidad del mundo: albergan más de dos tercios de las especies terrestres. Pero cuando liberamos carbono a la atmósfera, a través de perturbaciones del bosque, como la tala, los incendios y la deforestación, este carbono agrava el calentamiento global.
La protección del carbono de los bosques tropicales es, por lo tanto, un objetivo clave de las iniciativas internacionales para mitigar el cambio climático, pero las implicaciones para la biodiversidad de las inversiones centradas solo en la protección de las reservas de carbono hasta ahora no han quedado claras.

Así, ¿la protección del carbono de los bosques tropicales también garantizará la supervivencia de su biodiversidad? Un estudio publicado en Nature Climate Change sugiere que la respuesta dista mucho de ser sencilla.

Las inversiones diseñadas para prevenir pérdidas masivas de carbono de los bosques tropicales probablemente sean las menos efectivas para la biodiversidad en los bosques de mayor valor ecológico, según los autores.Apenas se protegía a un 23% de las especies con iniciativas centradas únicamente en la protección de las reservas de carbono.

«Asegurar el carbono de los bosques tropicales debería seguir siendo un objetivo central de conservación – explica el líder del estudio Gareth Lennox – . Estas medidas no solo tienen el potencial de detener el cambio climático, sino también de proteger la vida silvestre. Sin embargo, para asegurar que esas especies sobrevivan, la biodiversidad debe ser tratada como prioridad, junto con el carbono, en los esfuerzos de conservación «
El equipo internacional, formado por científicos de Brasil, Europa y Australia, pasó 18 meses midiendo el contenido de carbono y la riqueza de especies de plantas, pájaros y escarabajos en 234 bosques tropicales de la Amazonía brasileña.

Utilizando estos datos sin precedentes, el equipo descubrió que más carbono significaba más biodiversidad en los bosques severamente dañados, como se anticipó, pero contrariamente a las expectativas, en aquellos donde el impacto humano era menos intenso, el aumento de las cantidades de carbono no estaba vinculado a mayor biodiversidad.

“La relación cambiante entre el carbono y la biodiversidad en los bosques que han sufrido diferentes tipos de perturbaciones humanas explican nuestros hallazgos – añade Joice Nunes Ferrara, coautora del estudio –. Sin embargo, este vínculo entre el carbono y la biodiversidad se rompe a mitad de la recuperación. ¿El resultado? Los bosques con mayor contenido de carbono no necesariamente albergan la mayor cantidad de especies, lo que significa que la conservación centrada en el carbono puede pasar por alto grandes extensiones de la biodiversidad de los bosques tropicales”.

Juan Scaliter