Las llamadas explosiones rápidas de radio (Fast Radio Bursts es su nombre en inglés), son un fenómeno astrofísico que adopta la forma de un pulso de radio de origen desconocido, y con una duración de unos pocos milisegundos. Fueron detectadas por primera vez en 2007, y hasta la fecha no se sabe que las origina. Tan solo que no proceden de nuestro planeta.
Ahora, el CHIME, un nuevo radiotelescopio canadiense que se dedica a estudiar el nitrógeno del universo, ha detectado varias de estas señales. Todas ellas con una fecuencia muy baja, que rondaba los 400 megahertzios. Este tipo de señales son muy interesantes para los astrofísicos ya que, al igual que las ondas del sonar nos permiten estudiar los fondos marinos, las Fast Radio Bursts nos aportan información de las zonas del universo por las que han viajado.
Respecto a su origen, se han propuesto todo tipo de hipótesis. Desde las más plausibles, como que podrían estar causadas por las explosiones de agujeros negros, hasta otras más descabelladas que les confieren un origen alienígena. Pero, de momento, ese origen sigue siendo un enigma. Algunos astrofísicos bromean incluso diciendo que hay más hipótesis para intentar explicarlas, que señales detectadas.
Fuente: IFL Science.
Vicente Fernández López