Unos meses atrás, hablábamos de un estudio de la Harvard Medical School que intentaba explicar la prevalencia de las migrañas en las mujeres. Ahora, una nueva investigación publicada en Frontiers in Molecular Biosciences, revela un mecanismo potencial para la causalidad de la migraña que podría explicar por qué las mujeres contraen más migrañas que los hombres. Los resultados sugieren que las hormonas sexuales afectan las células alrededor del nervio trigémino y los vasos sanguíneos conectados en la cabeza, con los niveles más altos de estrógenos en mujeres en edad reproductiva. El hallazgo proporciona a los científicos una nueva ruta prometedora para tratamientos personalizados.

«Podemos observar diferencias significativas en nuestro modelo experimental de migraña entre hombres y mujeres y estamos tratando de comprender los correlatos moleculares responsables de estas diferencias – explica Antonio Ferrer-Montiel, de la Universidad Miguel Hernández, España –. Aunque este es un proceso complejo, creemos que la modulación del sistema trigeminovascular por hormonas sexuales juega un papel importante que no se ha abordado adecuadamente hasta la fecha”.

Ferrer-Montiel y su equipo revisaron décadas de literatura sobre las hormonas sexuales, la sensibilidad a la migraña y las respuestas de las células a los desencadenantes de la migraña para identificar el papel de hormonas específicas. Algunas, como la testosterona, parecen proteger contra las migrañas, mientras que otras, como la prolactina, la empeorarían.

Si bien algunas hormonas necesitan mucha más investigación para determinar su función, e estrógeno se destaca como un candidato clave para comprender la aparición de migraña. La evidencia del equipo de investigación ahora sugiere que el estrógeno y los cambios en sus niveles sensibilizan las células alrededor del nervio trigémino a los estímulos. Eso hace que sea más fácil desencadenar un ataque de migraña.

Sin embargo, Ferrer-Montiel advierte que su trabajo es preliminar. El papel del estrógeno y otras hormonas en la migraña es complejo y se necesita mucha más investigación para comprenderlo, pese a ello, los autores ven un prometedor futuro para la medicación para la migraña.

Juan Scaliter