La práctica de enviar mensajes de texto, tomar fotografías o grabar vídeos en clasecon sus teléfonos podría ser cosa del pasado. Este año,cuando los niños franceses regresen a clase, no podrán usar estos dispositivos.

La prohibición, una promesa de campaña del presidente Emmanuel Macron, también incluye tabletas y relojes inteligentes de las escuelas primarias y secundarias francesas.

En esta últimas, la prohibición puede ser total o parcial y dependerá exclusivamente de las escuelas.En el vecino galo, casi el 90% de los jóvenes ente 12 y 17 años tienen móviles, una cifra muy similar a las españolas: a los 12 años 3 de cada cuatro jóvenes tienen móviles, un porcentajeque asciende año a año y al llegar a los 15 es del 94%.

La ley ha provocado un importante debate.Hay quienes aseguran que reducirá la distracción en el aula, combatirá el acoso y propiciará que los niños sean más activos durante el recreo.

Pero los críticos han descartado la prohibición como un ejercicio de relaciones públicas y han predicho que será difícil de aplicar. Al mismo tiempo muchos alumnos admitieron haber roto las reglas y usado sus teléfonos de todos modos.

En 2015, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, levantó la prohibición de teléfonos en las escuelas de su ciudad por motivos de seguridad, diciendo que se debería permitir que los padres se mantengan en contacto con sus hijos.

¿Se podría aplicar algo similar en España? ¿Es deseable?

Juan Scaliter