La revista Science ha publicado una selección de lo mejor en ciencia. Los avances más sonados, los estudios más influyentes y los trabajos que más controversia despertarán en el futuro. Muchos de los resultados traerán nuevas esperanzas, pero otros llegarán con dudas e interrogantes para los que aún no estamos preparados. El deafío está planteado.
CRISPR, el editor de genes
Básicamente CRISPR es una herramienta de las bacterias para almacenar fragmentos del ADN de un virus, cortar cualquier fragmento que sea exactamente igual a ese y cambiarlo por otro “sano”. Esta estrategia, bautizada CRISPR por los científicos es la sigla que responde a Repeticiones Palindrómicas Breves Agrupadas en Interespaciados Regulares. Cuando estos cambios se llevan a cabo en células que producirán óvulos o espermas, el cambio lo heredarán futuras generaciones.
Esto es muy importante ya que permitiría, por ejemplo modificar directamente el ADN de los mosquitos que infectan con el parásito de la malaria, según un trabajo publicado en Nature. De acuerdo con este estudio, se podría editar el fragmento de ADN implicado, liberar los mosquitos modificados y dejarlos que se reproduzcan con aquellos que llevan en sí la malaria de modo que las futuras generaciones ya no representen una amenaza y así reducir o, quizás, anular esta enfermedad.
De acuerdo con George Church, uno de los pioneros en el uso de esta técnica, “nos permitiría producir prácticamente cualquier tipo de alteración en muchas especies de reproducción sexual.”
Y que los humanos ya hemos empezado a utilizarla. Se ha recurrido a ella para crear monos con mutaciones muy específicas, evitar que las células humanas sean infectadas por el VIH, anular un gen para crear perros hipermusculosos o modificar el genoma de vegetales comestibles, todo ello sin añadir ADN de otra especie.
Esta técnica plantea dos conflictos. El primero es que ya se ha utilizado para modificar genes en embriones humanos. Aunque provenían de una clínica de fecundación in vitro y no eran viables, pone sobre la mesa el dilema de la modificación genética y los niños “a pedido”. Aunque también evitaría decenas de enfermedades genéticas.
El segundo inconveniente lo describe el propio George Church “tendríamos la capacidad de modificar ecosistemas, alterando la población salvaje, no solo las especies domesticadas”. Un ejemplo más de que los hallazgos científicos llegan a veces antes que las respuestas al dilema que plantean.
Los secretos del cerebro
Hasta hace muy poco se pensaba que la anatomía humana ocultaba muy pocos o casi ningún secreto a la ciencia. Generalmente asumir este tipo de certezas, puede llevar a errores garrafales. Y eso es lo que ocurrió con el sistema linfático, una red que transporta las células inmunes por nuestro cuerpo y ayuda en la limpieza del organismo. La convicción general era que esta red no iba más allá de nuestro cuello, pero un grupo de científicos. ha demostrado que llegan hasta el cerebro. El hallazgo permitirá nuevas formas de explorar y conocer (o reconocer) cómo actúan ciertas enfermedades neurodegenerativas.
Un nuevo primo
Este año, la familia humana ha recibido la llegada de un nuevo miembro. Escondido en una cueva de Sudáfrica (llamada Rising Star o Estrella Ascendiente) , la ciencia ha dado la bienvenida al Homo Naledi, cuyo significado, en la lengua local sesotho es estrella. Un grupo de más de 45 investigadores ha recuperado más de 1.500 restos óseos provenientes de unos 15 individuos. Se trata del hallazgo más multitudinario en África. Los huesos hallados aún no han sido datados. Pero sí hablan de bipedismo y de una capacidad cerebral menor que la nuestra. Lo que aún se ignora es cómo llegaron a una cueva donde no hay más huesos que los suyos.
Una vacuna contra el Ébola
Desafortunadamente este virus se ha convertido en una noticia constante a principio de año. Y, tristemente, se trata de una que se repite periódicamente. Al igual que los intentos de la ciencia por dar con una vacuna que la erradique definitivamente.
Por suerte, si las pruebas lo confirman, ya contaríamos con una vacuna. Un grupo de científicos canadienses habrían dado en la diana con un tratamiento que, en un estudio clínico efectuado en Guinea y que la Organizacin Mundial de la Salud, llevó a cabo. Los resultados hablan de una efectividad entre el 75 y el 100%. Los organismos reguladores, como la Agencia Europea de Medicamentos, aún precisa más datos, pero ya hay una esperanza en caso que se produzca otro brote.
Un espaldarazo a la psicología. Y a la ciencia
Durante años, la reproducción de trabajos en conducta humana ha resultado ser un asunto peliagudo: los estudios no siempre podían reproducirse y cuando esto era posible no obtenían el mismo resultado que el trabajo original. En 2013 se reprodujeron 13 trabajos y 10 de ellos llegaron a las mismas conclusiones.
Parecía una avance fundamental, pero entonces, el año pasado, otro estudio, publicado en Science, llegó a la conclusión de que menos de la mitad de 100 trabajos publicados en 2008 en el campo de la psicología, eran reproducibles. Finalmente, lo último que se sabe es la investigación realizada este año. Más de 250 expertos en el área han analizado 100 trabajos y, aunque solo el 39% de ellos logró ser repetido con resultados iguales, el método de trabajo ha sentado un precedente en ciencia. ¿De qué se trata? Sencillo y elegante, diría Sheldon Cooper. Los investigadores primero publicaron los métodos y el objetivo del estudio y luego se realizó el estudio propiamente. Esto impide que se dejen fuera resultados que no coinciden con el punto de vista de quienes trabajan en la investigación y evita que se persigan las conclusiones obtenidas en otros estudios. Si todos siguieran este protocolo, los famosos “falsos positivos” podrían evitarse en cualquier estudio científico.
El año de los planetas enanos
Sin duda fue el año de ellos. Y el que viene seguro repiten. El nombre de las dos sondas de la Nasa enviadas, resulta irónico: una habla de un amanecer (Dawn) y la otra de nuevos horizontes (New Horizons). Y ambas hacen honor a sus motes. En marzo, Dawn comenzó a orbitar alrededor de Ceres, el objeto de mayor tamaño en el cinturón de asteroides (un “bocata” de objetos irregulares entre Marte y Júpiter). De negro brillante como el asfalto, Ceres ha sufrido el embiste de numerosos impactos que le han dado cara de boxeador galáctico. Y justo encima de muchas de estas heridas de combate, flotan nubes de polvo y vapor de agua, algo que indicaría que Ceres actúa como un cometa que se desprende de sus últimos suspiros. Dawn también detecto amoníaco, típico de los cometas, lo que confirmaría la especulación de que estamos frente a un cometa gigante y fallecido que nación más allá de Plutón. La sonda Dawn se acercará en breve a una órbita muy cercana: apenas 380 km de distancia.
Y luego está Plutón. Su perfil está configurado por una órbita elíptica alrededor del Sol que dura 248 años de temperaturas extremas. Allí habitan montañas de hielo y criovolcanes, por llamarlos de algún modo, que escupen hielo de un interior un poco más cálido. A eso se le puede agregar enormes planicies de escarcha de nitrógeno. vamos, un mundo frío y colapsado.
En 2019, la New Horizons se enfrentará a otro objeto de la región, el 2014 MU69, mientras Dawn seguirá una órbita de cortejo alrededor de Ceres que puede durar siglos.
El electrón que contradijo a Einstein
De acuerdo con la mecánica cuántica, la mera observación de una partícula cuántica, como un fotón, puede afectar a otro, aunque esté en la otra punta del universo. este fenómeno, conocido como entrelazamiento cuántico, fue bautizado por Einstein como un efecto fantasmagórico, ya que no creía en él. Para el genio alemán, era imposible que algo viajara más rápido que la luz, por lo tanto, aquello era claramente inviable. Este año, en la Universidad Técnica de Delft (Holanda) un grupo de científicos consiguió que dos electrones, se “comuniquen” o entrelacen de forma instantánea, aunque estuvieran separados por más de un kilómetro de distancia.
Los resultados ya habían sido anticipados en 1964 por el teórico inglés John Bell y, pese a no sorprender a muchos físicos, si abre la puerta a tecnologías novedosas, como la internet cuántica al mismo tiempo que no contradice a Einstein. Tal y como Bell perdijo, aunque el entralazamiento es instantáneo, no puede ser usado para enviar señales más rápidas que la luz.
La levadura analgésica
La modificación genética propone desafíos muy interesantes. Este año, un grupo de científicos de Estados Unidos logró, mediante bioingeniería, que una levadura a la que se modificaron 21 genes, convirtiera el azúcar en analgésicos como la tebaína, un alcaloide presente en el opio y precursor de analgésicos com la hidrocodona o la oxicodona. Los responsables del trabajo están investigando métodos para que la producción de esta levadura aumente en cantidad (y se convierta en rentable) y en seguridad.
El trabajo permitirá producir fármacos mejores y más económicos. Aunque también abre la puerta a la producción casera de heroína o morfina.