El estilo de vida moderno significa que pasamos demasiado tiempo sentados, pero también que a menudo nos olvidamos de relajarnos, y este sillón puede ser la invitación que necesitamos

Sentarse durante un largo tiempo es perjudicial, y la solución es levantarse del asiento, algo que podemos conseguir usando mesas de trabajo elevables. Sin embargo, también necesitamos relajarnos al lo largo del día, especialmente después de una larga jornada de trabajo o una sesión de ejercicio intensa.

Sentarse en una silla, con la cintura formando un ángulo de 90 grados con las piernas, no parece la mejor forma de relajarse, y no lo es. Intuitivamente sabemos que reclinar el respaldo de la silla y poner los pies elevados nos hará sentirnos más cómodos. Esta posición es la que buscamos cuando lo que queremos es relajarnos durante un rato. Hay sillas de oficina que ofrecen la posibilidad de reclinar el respaldo, pero si queremos la máxima comodidad, sin llegar a tumbarnos en horizontal sobre la cama, necesitamos un sillón reclinable.

Cuestión de ángulos

Al buscar la posición ideal de descanso en un sillón reclinable, es crucial considerar los ángulos adecuados para las articulaciones clave del cuerpo, como la cintura, las rodillas y el cuello. Estos ángulos están pensados para proporcionar la máxima comodidad y reducir la tensión.

Para la articulación de la cintura, un ángulo ligeramente reclinado, aproximadamente entre 100 y 140 grados, es considerado ideal. Esta posición, que es menos rígida que una postura recta de 90 grados, permite una distribución equitativa del peso del cuerpo. Así, se reduce la presión en la parte baja de la espalda, lo cual es beneficioso para aliviar o prevenir el dolor lumbar.

En cuanto a las rodillas, se recomienda un ángulo superior a los 90 grados. Esta postura permite que las piernas estén cómodamente apoyadas en un reposapiés, facilitando una buena circulación en las extremidades inferiores y evitando la tensión en las rodillas.

Para el cuello, lo ideal es una posición neutra que mantenga su curvatura natural sin forzarlo. Esto ayuda a evitar la tensión y la fatiga, lo cual es importante para prevenir el dolor de cuello y hombros.

Un sillón reclinable eléctrico

Existen multitud de sofás y sillones reclinables en el mercado con movimiento mecánico, pero esto obliga a empujar con el cuerpo para cambiar la inclinación del respaldo y los reposapiés. El movimiento eléctrico permite realizar este ajuste sin esfuerzo, y sin necesidad de levantarnos del asiento, garantizando una máxima comodidad.

El modelo X2 de Flexispot ofrece esta posibilidad, con un silencioso motor y dos simples botones que permiten reclinar el asiento y recuperar la posición sentada rápida y cómodamente. En el mismo panel nos encontramos con un puerto USB para cargar el teléfono móvil o conectar otros dispositivos. La base del sillón es metálica y resistente.

La tela del sillón es de polipiel de alta calidad y tiene un tacto suave y cómodo. Este tejido es impermeable y resistente a los arañazos para evitar que se dañe la superficie del sillón y prolongar su vida útil. Al contrario que otros sillones reclinables en el mercado, la gran profundidad del asiento y los amplios reposabrazos permiten sentarse sin sentirse apretado y disfrutar de un confort total.

Como ocurre en el caso de los escritorios elevables eléctricos, facilitar el cambio de postura tiene ventajas respecto a los sistemas manuales. Basta con apretar un botón.

Artículo ofrecido en colaboración con Flexispot