Puede que te siga costando ver al nuevo Suzuki S-Cross como un pibón, pero más difícil te será poder criticarlo

El Suzuki S-Cross tiene un problema. Y es que convive con un rival muy poderoso en su misma casa, el Vitara. Al S-Cross le ha tocado lidiar con ello desde que nació en 2013 y aunque hasta este momento se ha conformado con un papel discreto dentro de la marca, reivindica ahora más protagonismo. ¿De qué manera? Tratando de parecer más atractivo, algo no fácil teniendo en cuenta que nunca ha hecho volver las cabezas a su paso. La compra del Suzuki S-Croos siempre ha sido sensata, racional„… Y contra eso es contra lo que ahora trata de luchar Suzuki añadiendo algo de emoción. ¿Cómo? Bueno, fundamentalmente con unos cambios estéticos que ahora sí que hacen que los conductores se pregunten «y ese coche, ¿de dónde ha salido?»

 

Microhibridación

Pero el Suzuki S-Cross también tiene un corazón que puede amar dos tecnologías a la vez, la eléctrica y la de combustión. En una palabra, microhibridación, un sistema en el que un pequeño motor eléctrico ayuda al de gasolina en las salidas y aceleraciones para reducir los consumos. El voltaje de estos generadores de corriente suele ser de 12 V, 24 V y, como en el Suzuki S-Cross, 48 V. La ventaja en este caso es que se aprovecha mejor toda la energía eléctrica que se genera en las retenciones para reducir el consumo. Según los datos oficiales de este coche, gasta 5,3 en la versión básica aunque en nuestra prueba por carretera subió a 7 l/100 km. Pero es que hay que recordar que, a pesar de este pequeño ardid de la microhibridación, sigue siendo un motor de gasolina el que mueve el coche. En concreto, una mecánica de 1.4 litros que da 129 caballos. Los 14 CV adicionales que entrega el propulsor eléctrico solo intervienen en esos momentos puntuales que devuelve la energía que ha ido acumulando.

Esquema del Suzuki S-Cross

Esquema del Suzuki S-Cross con tracción delantera. También está disponible con sistema 4×4 y cajas manual y automática.

Históricamente, este pequeño motor eléctrico, en su variante de menor voltaje se empezó a implementar en los vehículos para hacer funcionar los sistemas de start-stop y permitir desconectar y arrancar el motor nuevamente en los semáforos y pequeñas detenciones. El Toyota Crown de 1974 fue el primero que incorporó el sistema de desconexión automático. Pero los ingenieros del mundo del automóvil no tardaron en descubrir que el pequeño ingenio, ese motorcito eléctrico, podía enviar a la batería la energía extra que se originaba en las frenadas y deceleraciones. Conseguían así «un colchón energético» que podía ser utilizado posteriormente en momentos de mayor demanda de potencia.

 

Etiqueta ECO de la DGT

Ahora la microhibridación se ha puesto de moda porque permite, al menos de momento, tener la etiqueta ECO de la DGT. Muchos fabricantes se han inclinado por esta tecnología para sortear las presiones medioambientales. Audi fue la primera que le sacó réditos comerciales y de marketing con el Audi A8 de 2018, pero en Europa quien realmente la  introdujo fue Suzuki con el Baleno en 2015, hace casi siete años. A veces la vida es injusta.

En el interior, Suzuki también ha echado el resto y aunque no llega a ser el parque temático que parecen los salpicaderos y consolas de otras marcas, sí ha dado un paso de gigante respecto a la versión precedente. Por supuesto, sin perder de vista que este coche va dirigido a un público más adulto que el Vitara. Es más un crossover que un SUV, o sea un vehículo a medio camino entre los todoterrenos y las rancheras. ¿Qué podemos encontrar en él? Mucho espacio para las piernas y las cabezas en las plazas traseras, techo panorámico… En el aspecto digital, la mayor apuesta es un sistema de estacionamiento 360º que muestra en una pantalla de 7″ o 9″, según la versión, cómo se está realizando la maniobra. Es la primera vez que Suzuki incorpora esta tecnología en su gama y ciertamente resulta más intuitiva que la que ofrecen algunos de sus competidores. Además, incluye muchas opciones de seguridad, control de descensos y control de retención en pendientes.

El Suzuki S-Cross se comercializa con tres tipos de acabados, S1, S2 y S3, pero las versiones con tracción 4×4, con diferentes modos de conducción, solo están disponibles con los acabados S2 y S3. Los precios parten de los 24900 euros con promoción, 28545 sin ella.