Los machos de avutarda ( Otis tarda) no lo tienen fácil para llamar la atención de las hembras en su hábitat natural, las amplias llanuras cerealistas y las estepas. Por ello, han desarrollado un curioso sistema para no dejar indiferentes a sus posibles conquistas: exponen la parte trasera de sus colas levantadas en dirección al sol, para que éste incida sobre el plumaje blanco haciéndolo más brillante y visible a las hembras.
Este comportamiento ha sido descubierto por un equipo de científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que ha publicado su trabajo en la revista Behavioral Ecology and Sociobiology.
El coordinador del estudio, Javier Viñuela, afirma que este comportamiento es bastante llamativo, ya que los humanos podemos verlo desde más de un kilómetro de distancia. Según los autores, existen muy pocos artículos que demuestren que los animales orientan sus ornamentos sexuales según el sol para maximizar la señal, y éste es el primero en especies de espacios abiertos. No obstante, Viñuela indica que especies como la hubara canaria y la avutarda kori, que también viven en paisajes muy abiertos, muestran una gran superficie de plumaje blanco durante sus exhibiciones sexuales, por lo que el sistema de la avutarda podría funcionar de forma similar en esas especies.
Redacción QUO