Un equipo del Centro De Biología Molecular Severo Ochoa, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Madrid, ha descubierto que la mosca Drosphila o mosca de la fruta es capaz de detectar y eliminar sus propios tumores.
El estudio se ha centrado en las larvas de este insecto en las que una serie de mutaciones genéticas dan lugar a la proliferación de tumores. Pero el director de la investigación, Ginés Morata, explica que en estas moscas “las células normales son capaces de identificar a las tumorales como diferentes e inducir en ellas el fenómeno de apoptosis o muerte celular programada”.
Aunque los tumores en estas moscas no son iguales que en los humanos, sí comparten muchas propiedades como la colonización de tejidos o la alteración de la forma de la célula. Además los genes que controlan la formación de los tumores son los mismos en ambas especies. Por ello el hallazgo puede abrir una nueva vía en el estudio y tratamiento del cáncer en humanos.
Redacción QUO