Los elefantes africanos de los bosques (Loxodonta cyclotis) son una especie separada de los que viven en la sabana (Loxodonta africana), según un artículo publicado en la revista Plos Biology.

Los científicos han debatido durante mucho tiempo si los elefantes africanos pertenecen a la misma especie o no. Visualmente son muy diferentes: el elefante de la sabana tiene un peso aproximado de siete toneladas, aproximadamente el doble del peso que el elefante del bosque. Sin embargo, los estudios han sugerido que eran la misma especie, ya que se han encontrado evidencias genéticas de cruces entre ambos de hace unos 500.000 años.

Los responsables del artículo, encabezados por David Reich, genetista poblacional en el Harvard Medical School de Boston, Massachusetts, secuenciaron el genoma nuclear de los dos tipos de elefantes africanos, así como el del elefante asiático (Elephas maximus). También extrajeron y secuenciaron el ADN de dos antepasados de los elefantes, el extinto mamut lanudo (Mammuthus primigenius) y el mastodonte (Mammut americanum). Al comparar todos estos genomas, el equipo encontró que el elefante del bosque y el de la sabana se convirtieron en especies separadas entre hace 2,6 y 5,6 millones de años.

El estudio no contradice lo que se conocía hasta ahora. Según Reich, “lo que vemos es una división antigua en dos especies con un pequeño flujo de genes más reciente”. La hibridación ocurre entre los animales estrechamente relacionados y no implica necesariamente que los dos son la misma especie, asegura.

Los autores sugieren que los resultados de su hallazgo ayudarán a cambiar la prioridad de los programas de conservación del elefante. Todos los elefantes africanos son actualmente conservados como una misma especie. Pero la evidencia de que se trata de dos especies distintas sugiere que pueden estar enfrentándose a amenazas diferentes y requieren diferentes estrategias de conservación. Los elefantes del bosque deberían ser una prioridad de conservación mayor, según el estudio.

Redacción QUO